Descubre destinos emocionantes alrededor del mundo que hacen que el aprendizaje de idiomas sea muy divertido
10 razones para un año sabático en el extranjero
El gap year (nombre con el que se denomina al “año sabático” en inglés) es una experiencia cada vez más de habitual en los países hispanoparlantes. Tomarse un año sabático en el extranjero ha sido tradicionalmente algo típico de Inglaterra y Estados Unidos, sin embargo no de España y Latinoamérica ya que ello ha sido visto como sinónimo de “no hacer nada durante doce meses”. Pero hoy en día el gap year ha dejado de ser percibido como negativo para convertirse en una oportunidad de diferenciación académica y laboral.
¿Cuándo tomarse un año de respiro?
Cualquier momento es bueno para irse un año fuera, pero existen tres puntos en los que somos más proclives a ello: entre el fin de la Educación Secundaria y el comienzo de la Universidad, al acabar los estudios universitarios y cuando necesitamos un descanso de la estresante vida laboral.
¿En qué invertir ese tiempo?
Los propósitos del año sabático pueden ser muy diversos: viajar, aprender idiomas, hacer un voluntariado, explorar nuevas culturas, formarse… Y es que, aunque te tomes el gap year como un tiempo de descanso y desconexión, deberías determinar cuáles van a ser tus objetivos para poderlo planificar de la mejor forma posible.
¿Por qué irse?
Los motivos que pueden llevarte a tomar un año sabático son casi infinitos. Por ejemplo la necesidad de un cambio, la búsqueda de emociones diferentes, la intención de conocer gente nueva o el simple hedonismo. No obstante, si aún estás pensando si marcharte o no, te damos 10 razones por las que tomarte un año sabático en un país extranjero:
1. Olvídate de las obligaciones. Lo primero que debes hacer en tu año sabático es dejar a un lado las obligaciones y responsabilidades. Sea cual sea tu objetivo, empieza por una desconexión total. Relájate y disfruta.
2. Haz lo que te guste. Intenta hacer lo que siempre has querido, lo que te haga sentirte bien. Viaja, descubre, baila, aprende,… es el momento de autorealizarte.
3. Da rienda suelta a tus ganas de descubrir. Elige en qué destino pasar tu año sabático y satisface al explorador que llevas dentro adentrándote en parajes que hasta el momento te eran desconocidos.
4. Conócete a ti mismo. Uno de los mayores aprendizajes que sacarás de tu gap year será el autoconocimiento. “¿Quién soy?”; “¿cómo soy?”; “¿qué quiero?” Dispondrás de tiempo para reflexionar y te encontrarás en situaciones en las que descubrirás tu yo interior.
5. Abre tu mente, incrementa tu adaptabilidad y crece. El hecho de vivir en un país completamente diferente al tuyo va a implicar que te adaptes a una nueva cultura con costumbres, clima, horarios, comidas y caracteres que te sorprenderán. Es posible que al principio te resulte complicado pero, cuando lo logres, ello te acabará aportando una gran riqueza personal y una apertura de miras que te servirán en varias ocasiones a lo largo de tu vida.
6. Aclara las ideas sobre tu futuro. Durante los doce meses podrás pensar con detenimiento hacia dónde quieres enfocar tu futuro: qué estudiar, dónde trabajar o cómo resolver ciertos asuntos personales. En todo caso ese tiempo te aportará madurez, te hará ver las cosas con otra perspectiva y te convertirá en una persona diferente de la que eras cuando te marchaste.
7. Motívate con el presente y el futuro. Valora la oportunidad de poder vivir un año en el extranjero haciendo lo que quieres ya que puede ser la única vez que ocurra. Repón fuerzas y reencántate con tu vida, tu entorno y tu profesión.
8. Aumenta tu rendimiento académico y laboral. Diversos estudios demuestran que el rendimiento de una persona en sus estudios y su trabajo es superior tras tomarse un año sabático. ¡Recarga las pilas!
9. Dale un punto diferencial a tu currículo: En un mercado laboral saturado, sin duda añadir un año en el extranjero te hará dar un salto cualitativo frente al resto. Y si además has trabajado, hecho prácticas, aprendido otro idioma o colaborado con una ONG, tendrás mucho ganado. Las empresas cada vez valoran más la internacionalización.
10. Desarrolla nuevas habilidades: Es probable que haya facetas de ti mismo que no conozcas y en las que seas realmente bueno. Atrévete con cosas diferentes y deja volar tu creatividad.
Si tras leer esta lista de razones te has decidido a marcharte un año al extranjero, necesitarás hablar bien inglés para poder comunicarte con personas de todo el mundo. Qué mejor combinación que aprender inglés mientras disfrutas de tu gap year.